Cuando aun vivió en mi, había esperanza.
La ciega. La inocente.
Tenia planes de como cuidar mi panza,
Los tenia anotados en mi mente.
Un repelente mosquito, una falda larga,
Una ropa bonita y liviana.
Unas galletas, las vitaminas, una crema solar.
No tomar. No fumar. No nadar...
Y ahora me queda observar esas olas gigantes,
Las palmeras se juntaron en namaste.
Se acabaron mis emociones, tan raro.
Como si fuera un monto exacto y lo gaste.